Hemos concluido la XII edición del Programa Inicia que ha estado marcada por ser una edición en la que por fin hemos recuperado el poder dialogar de tú a tú, sin mascarillas y viendo la expresión de los alumnos y lo que transmitían.
Una edición marcada por la situación difícil que atraviesa nuestra sociedad en la que el pesimismo sustituye a la ilusión de recuperar un tiempo robado, de hacer play tras una pausa forzada, de querer comerse el mundo. Por eso es fundamental que nuestros jóvenes conozcan historias reales, que sepan que en medio de una crisis, hay ilusión, hay ganas y oportunidades desde el emprendimiento de hacer y cambiar cosas, de poner en marcha proyectos de valor que sirvan a la sociedad.
Todos dicen querer tener éxito, pero muy pocos están dispuestos a prepararse para ello. El esfuerzo, la disciplina, la perseverancia, el compromiso, y el liderazgo entre otras, son habilidades irrenunciables para ello, están en la base de la preparación y del camino a hacer cosas relevantes.
Tenemos la responsabilidad de transmitirles el mundo maravilloso que tienen, las oportunidades que esperan salir a la luz, el cambio continuo que abre puertas, la ilusión de hacer cosas distintas, una realidad en continuo movimiento que sólo necesita querer ser parte de la transformación.
Por eso es más necesario que nunca seguir entrando en las aulas y compartir experiencias en primera persona que rompan sus esquemas, que contribuyan a cambiar esa percepción y les ilusione. Que reconozcan en la experiencia de nuestros voluntarios esas habilidades que les acercarán, sin duda, a la idea de éxito que tienen.
Gracias a todos los que habéis hecho posible esta XII edición; Centros educativos, profesores, el equipo increíble de la Fundación Rafael del Pino y sobre todo, gracias a los ponentes, empresarios y directivos voluntarios, que habéis aportado el valor a los alumnos y habéis sembrado una semilla para conseguir mejores ciudadanos y por lo tanto una mejor sociedad.